SU VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE

Con respecto a mi amigo José:

una introducción

Es extraño ahora pensar que, hace poco años, José y yo ni siquiera nos habíamos conocido…

Corrección. Este “observador preocupado de la humanidad”… este ‘científico espiritual’… este “comunicador en nombre de millones de almas iluminadas y desencarnadas” (hay tantos términos apropiados que podría usar para describirlo) me había conocido, en cierto modo, pero no lo había conocido conscientemente en ese momento.

Será mejor que me explique.

Mi trabajo público como médium espiritual se remonta a mediados de los años ochenta, cuando comencé a dar mensajes clarividentes a individuos y grupos. Con bastante rapidez me convertí en una fuente demandada de comunicación espiritual, siendo reservado a la capacidad de dos a tres meses de anticipación en un momento dado para lecturas personales. Viajé a lo largo y ancho del país para dar demostraciones y conferencias sobre diversos temas espirituales. Debería haber sido feliz. Después de todo, estaba usando los regalos que me habían dado. Le había dado la espalda a una carrera lucrativa para hacerlo, y consideraba que lo que estaba haciendo era absolutamente lo único que estaba destinado a hacer con mi vida, y de mucha mayor importancia que simplemente libras, chelines y peniques. La gente estaba, literalmente, golpeando un camino hacia mi puerta… entonces, ¿por qué demonios me sentí tan insatisfecho?

Bueno, los mensajes que se entregaron a través de mí, aunque muchos y variados, y precisos y detallados, apenas cambiaron el mundo. Es cierto que dieron consuelo a las personas a las que se dirigían, y no podía haber duda en sus mentes, debido a la cantidad de información dada que solo podía ser conocida por ellos, de que de hecho estaban recibiendo comunicaciones de sus seres queridos y amigos “del otro lado”, pero me dejaron, personalmente, dolido por lograr mucho más como trabajador espiritual de lo que las circunstancias me permitieron entregar en ese momento.

Verás, desde el momento en que comencé mi desarrollo mediúmnico, había querido entender no solo cómo funcionaba el don de la mediumnidad, sino también por qué existía, cómo se armó realmente este mundo desde un punto de vista espiritual, cómo funcionaban los “mundos” o “esferas” espirituales, por qué las cosas son como son en la Tierra,  y lo que nos espera más allá de esta vida física… y compartir ese conocimiento con aquellos que buscaban tales ideas.

José dio respuestas a todas esas preguntas. Cómo comencé a trabajar con este sabio y antiguo espíritu desencarnado desde un nivel superior de ser (que había estado vinculado a mí ‘detrás de escena’ desde mi nacimiento, esperando ese punto en el tiempo físico en el que pudiéramos conectarnos y desafiar ciertas visiones personales y del mundo juntos) y cómo progresé de la entrega clarividente a la comunicación en trance,  con José asumiendo completamente mis facultades, se narra en la introducción de su primer libro, Apocalipsis. Por lo tanto, no propongo cubrir el viejo terreno aquí. Baste decir que el tipo de comunicación espiritual que venía a través de mí cambió dramáticamente tan pronto como José y yo nos “vinculamos” conscientemente el uno con el otro, y que, en el espacio de un par de años, él había entregado una cantidad extraordinaria de información. Esto se reunió primero como Apocalipsis, un libro que, para mi gran satisfacción, en realidad explica quiénes y qué somos realmente, por qué estamos aquí y de qué somos capaces espiritualmente; y luego como Illumination, un manual de autoayuda espiritual que permite a sus lectores aplicar principios que, cuando se ejercen religiosamente (sin juego de palabras) en realidad funcionan para cambiar lentamente este mundo completamente loco y doblado del infierno en el que vivimos en este momento en ese paraíso armonioso con el que soñamos pero que nunca hemos parecido capaces de lograr.

El tercer libro de José, el que estás comenzando en este momento, responde al “biggie”, la pregunta única, más aterradora y enorme que nos une a todos, en el sentido de que en algún momento de nuestras vidas cada uno de nosotros simplemente tiene que hacerla:

‘¿Qué, si es que hay algo, viene después?’

Al salir de las sesiones de trance, encuentro que puedo recordar poco o nada de lo que ha sucedido durante el tiempo que José ha estado hablando a través de mí, por lo que siempre es una alegría leer una transcripción de José (las palabras de José son grabadas por los otros tres miembros de nuestra ‘Banda de Luz’, como José lo describe, los cuatro de nosotros sentados regularmente para recibir sus comunicaciones) y descubrir que,  durante el tiempo que he sido voluntariamente “tomado” y sacado de la imagen, se ha transmitido una cantidad fenomenal de información vital.

Fue con particular deleite, entonces, que leí las transcripciones de este libro. Decir que José había vuelto a “entregar los bienes” sería quedarse corto. He aquí un libro que, a su manera característica y sensata, abordaba el tema de la vida después de la muerte con un detalle esclarecedor y completo, haciendo y respondiendo a las preguntas que todos expresamos sobre el tema; respondiendo a preguntas que nunca habíamos pensado hacer, y también volviendo sobre su cabeza cualquier idea preconcebida que pudiéramos tener sobre lo que realmente nos espera, para usted, una vez que el cuerpo físico se haya quedado atrás.

Olvídate de las nubes y las arpas, obviamente. Olvídate del Cielo y del Infierno también. Olvídate de los puntos de vista tradicionales de castigo y recompensa. Olvídese de ciertas suposiciones ocultas que citan con ligereza un número finito de “niveles de ser” más allá de la vida física y el alcance de un número preciso de cielos, estas creencias limitan y restringen la realidad de la vida después de la muerte por la necesidad humana de hacer que todo encaje perfectamente en esa caja mental ferozmente calculadora, pero rara vez comprensiva, que es la mente física. En cambio, aquí hay un libro que lo cuenta como es desde fuera de esa caja, con corazón y desde una alta perspectiva espiritual. Aquí hay un libro escrito por alguien que ha caminado y observado personalmente los diversos paisajes “más allá del velo”; un libro impregnado de aportes espirituales que se aplican a nuestras vidas en este mundo ahora tanto como al siguiente, y que entrega esa información de una manera sucinta y contemporánea. Nunca ha habido ningún “te” o “thous” discordante, o aires o pretensiones enhebrados a través de las palabras de José … Tampoco esperaría que hubiera de un espíritu que pretendiera relacionarse con la vida del siglo XXI. José no se preocupa por sí mismo y por sus vidas pasadas… sino para ti y tu actual.

Este libro ha sido presentado exactamente de la manera en que José lo entregó, y donde a veces duda al buscar las palabras correctas para ilustrar conceptos complejos, sus intentos de convertir lo invisible en lo legible y lo comprensible se han incluido en el texto. Esto, creo, lo hace más humano de alguna manera … esto, más, por supuesto, su sentido del humor y su evidente amor ilimitado por la humanidad, que brillan a lo largo de cada capítulo.

Además, y aunque este es un libro muy completo sobre el tema por derecho propio, invariablemente descubrimos, a medida que arroja Luz (con una L mayúscula) sobre más áreas que antes se consideraban misterios espirituales insondables, que José tiene aún más que decirnos (la vida, el Universo y… pozo… todo es un tema vasto, después de todo) y, por lo tanto, en ocasiones, notará en el texto que se refiere a temas que aún no hemos recibido de él y que, si Dios quiere, serán cubiertos en futuras comunicaciones … Tal vez incluso en un libro complementario a este.

José siempre invita a preguntas después de cada discurso que pronuncia dentro de nuestro pequeño círculo y estas también se han incluido, ya que sus respuestas detalladas a ellas ofrecen una gran cantidad de información adicional de vital importancia para el buscador espiritual.

Es hora de que me retire ahora, al igual que lo hago cuando José se instala temporalmente en mi mente y cuerpo, y tiempo para que, literalmente, seas transportado a otro mundo … o mundos, como debería decir más correctamente.

Si usted ha cambiado de alguna manera por su viaje a través de este libro y siente que le gustaría saber más sobre las Comunicaciones de José, ¿por qué no mantenerse en contacto con nosotros?

Michael G. Reccia

Marzo 2011